Al hablar de desarrollo nos referimos a los ámbitos cognitivo, social, emocional, físico...
El desarrollo infantil implica una secuencia de cambios que suelen producirse en la misma edad. Estos cambios están influidos tanto por factores genéticos como ambientales. Por ejemplo, algunas interacciones de las variables que pueden intervenir en el desarrollo son las relaciones con los adultos, relaciones con otros niños, nutrición, medio ambiente, estimulación...
Definimos evolución o desarrollo emocional como el proceso por el cual el niño construye su identidad, su autoestima, su seguridad, la confianza en sí mismo y en el entorno.
Llamamos emoción a aquella alteración del ánimo que tiene una corta duración pero se presenta de forma intensa y se acompaña de conmoción somática. Los sentimientos son las consecuencias de las emociones, siendo más duraderas.
Las emociones causan diferentes reacciones orgánicas, clasificadas en:
- Tipo fisiológico: las primeras reacciones, son involuntarias. Influenciadas por el Sistema Nervioso Autónomo, el Sistema Endocrino, las Expresiones Faciales...)
- Tipo psicológicas: se trata de la forma en la que se procesa la información, cómo se percibe lo que ocurre... Da a conocer el estado de ánimo de la persona, sus fortalezas, debilidades, etc.
- Tipo conductual: es el cambio de ánimo y de conducta que se puede observar a través de expresiones corporales y faciales.
Por otro lado, podemos distinguir los tipos de emociones en:
- Emociones primarias: son las innatas, que responden directamente a un estímulo teniendo una función totalmente adaptativa. Estas emociones son: miedo, sorpresa, rabia, asco, tristeza y alegría.
- Emociones secundarias: se trata de aquellas emociones adquiridas, complementan a las primarias y se influencian por nuestras características individuales, nuestros aprendizajes sociales o personales... Entre estas emociones nos encontramos: la vergüenza, el orgullo, la culpa, los celos, la satisfacción, el agrado, etc.
Para una adecuada evolución emocional, es necesaria la adquisición y buen desarrollo de:
AUTOCONCEPTO EMOCIONAL
Identificar nuestras propias emociones, ¿cómo nos afectan?. Debemos aprender a conocer el modo en que nuestras emociones influyen en nuestro comportamiento.
AUTOCONTROL EMOCIONAL
Se trata de poder controlar y regular nuestras emociones. Nos ayudará a no dejarnos llevar por el momento (por ejemplo: ante un enfado podremos dar una respuesta proporcionada).
AUTOCONCEPTO
La imagen que uno tiene de sí mismo. Es un conjunto de creencias que tenemos acerca de nuestra forma de ser, nuestro aspecto, nuestra conducta, nuestra capacidad intelectual... es decir, de aquellos elementos que, según nosotros mismos, nos definen.
AUTOESTIMA
La autoestima es la evaluación del autoconcepto, influye el componente emocional. Se va creando por la percepción de uno mismo y del yo ideal.
Así pues, tanto la autoestima como el autoconcepto se forman a través de un proceso de reflexión y asimilación, en el cual el niño interioriza las opiniones de otras personas (significativas) para utilizarlas como criterios a la hora de valorar su propia conducta.
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